Este viernes se vivió la mayor operación israelí sobre Gaza desde el inicio de la escalada bélica el pasado lunes 10 de mayo y consistió en 50 rondas de bombardeos por tierra y aire durante 40 minutos, según el Ejército de Israel.
La cifra de víctimas mortales del lado palestino ascendió a 120, entre ellas 31 menores, tras la ofensiva por tierra y aire de esta madrugada. Del lado israelí, la cuenta va en siete fallecidos.
Las fuerzas armadas del país hebreo dijeron que continuarán atacando objetivos en el enclave palestino y que «tienen intención» de llevar a cabo otra ofensiva terrestre: «Estamos preparados para hacerlo», dijo un portavoz.
«Lo estamos haciendo y lo seguiremos haciendo con mucha intensidad. Esta no es la última palabra y esta operación continuará el tiempo que sea necesario”, advirtió el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, mientras continuaban los bombardeos.
Este nuevo episodio bélico estalló tras el lanzamiento desde Gaza de una andanada de cohetes contra Israel en «solidaridad» con los más de 700 palestinos heridos en los recientes disturbios con la policía israelí en la Explanada de las Mezquitas de Jerusalén Este, sector palestino de la capital ocupado por Israel desde 1967.
Lo ocurrido en esa explanada, el tercer lugar santo del islam, fueron la culminación de fuertes tensiones y enfrentamientos en Jerusalén Este, debido, sobre todo, a la amenaza de expulsión de familias palestinas a favor de colonos judíos en un barrio de la Ciudad Santa.
