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Restaurantes

En los fogones de Celele, la joya de la cocina caribeña

Ubicado en las coloridas calles de Getsemaní en Cartagena, es considerado uno de los mejores restaurantes de América Latina. Ha sido galardonado con varios reconocimientos por la famosa lista The Latin America’s 50 Best Restaurants y actualmente ocupa el puesto número 16

Una pequeña casa con fachada azul sobresale en la calle del Espíritu Santo en el emblemático barrio Getsemaní, a pocos metros de la ciudad amurallada de Cartagena. En la entrada, hay una fila de comensales que esperan el segundo turno de un caluroso sábado por la tarde para vivir la experiencia de comer en uno de los mejores restaurantes de la ciudad, especializado en la cultura gastronómica y biodiversidad del territorio del Caribe Colombiano.

Desde su apertura, en 2018, ha sido reconocido como un templo de la cocina caribeña, un lugar para disfrutar del sabor de platos elaborados con ingredientes únicos colombianos y sabores exóticos, como el de las flores, las cuales forman parte de su propuesta gastronómica.

“Llevamos seis años investigando y mostrando al mundo la importancia de la cocina y la despensa de esta región, trabajamos de la mano de pequeños productores, pescadores y artesanos, consolidando toda nuestra investigación de la mano del jardín botánico de Cartagena, biólogos e instituciones educativas”, señalan desde el restaurante.

Ensalada de flores caribeñas.

Al frente de Celele, está Jaime Rodríguez, el chef nacido en Boyacá pero con “alma costeña”, que a sus 36 años ya es reconocido como uno de los mejores cocineros de Colombia con más de 17 años de trayectoria y posicionado en el número 75 de los 100 mejores chefs del mundo según la lista The Best Chef Awards 2023.

La mayoría del tiempo está en el restaurante, pendiente del más mínimo detalle, hablando con los comensales y contándoles a los visitantes, de dónde provienen los ingredientes, las recetas y las historias detrás de los platos.

Chef Jaime Rodríguez.

La carta es un viaje de sabores por el Caribe, que va transformando sus colores según la temporada e ingredientes. Un homenaje a la cocina más típica de nuestro país, elevando su preparación y presentación, empezando por la porción de bollo de mazorca con suero costeño o la arepa samaria con miel de caña con la que empezamos nuestro almuerzo.

“Celele es un fine dining sin manteles, un restaurante democrático, que no se ha enfocado en vender un menú de degustación a un solo público, sino a abarcar una experiencia gastronómica alta, en cuanto a técnica, a producto, creatividad y servicio”. Señala Rodríguez, y añade que aunque son un restaurante de la lista de 50 Best, quiere posicionar Celele como un restaurante “al alcance de la mayoría de personas”.

La oferta del menú es variada. En las entradas resaltan los langostinos curados, la burrata de leche de búfala de Planeta Rica, el salpicón de pescado gratinado, con queso momposino y tierra de queso costeño, acompañado de carantanta, y la ensalada de flores caribeñas. Sin duda, uno de los platos más apetecidos, coloridos y exquisitos de la carta. Servido con fruta de marañón encurtida, crema de nuez de marañón, verdes frescos de ‘Granitos de Paz’ y vinagreta de flor de bastón del emperador con maracuyá.

Rodríguez es copropietario fundador de Proyecto Caribe Lab, por medio del cual se ha dedicado por más de 12 años a recorrer el territorio colombiano para investigar sobre su cultura gastronómica y biodiversidad, con el fin de dar a conocer la importancia de está ante el mundo e inspirarse para crear sus platos a través de la cocina contemporánea.

De este ejercicio de investigación, han resultado creaciones pioneras que son motivo de admiración de muchos. Comensales nacionales y extranjeros que viajan a La Heroica, solo por probar, lo que se cocina en los fogones de Celele: la gallina criolla confitada, el chivo guisado o el celele de cerdo, son algunos de los más destacados platos fuertes de la carta.

Gallina criolla confitada.
Pomarrosas en tentación, sorbete de coco y flor amor y flan de cáscara de orejero.

Y para cerrar este ritual gastronómico de casi tres horas, el bocado dulce, el cremoso de chocolate de la Sierra Nevada de Santa Marta, y el postre preferido del chef: sorbete de coco y flor de amor, preparado con grosellas fermentadas, masmelo frío de vino con grosellas y pomelo. Sin duda, una fiesta de sabores, texturas y colores únicos. Un deleite para los sentidos.

Desde que se anunció la posición 16 en la lista de 50 Best, las reservas en Celele no paran. “El éxito del restaurante ha sido impresionante, y esto lo queremos amarrar a que sea un éxito y un bienestar para todo nuestro equipo”, señala el chef, y nos cuenta que por ahora, aunque le han propuesto abrir Celele en Miami o Bogotá, “quiere manejar el éxito poco a poco y con los pies en la tierra”. “Tengo pensado abrir un espacio de menú degustación, un espacio donde pueda explorar mucho más todos los productos que hay en el Caribe”.

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