El director de la cárcel de La Modelo, coronel retirado Élmer Hernández, perdió la vida en la tarde de ayer jueves 16 de mayo, cuando dos sicarios que se movilizaban en una moto accionaron sus armas contra el pequeño vehículo en el que se movilizaba uno de los funcionarios carcelarios más amenazados del país.
La primera pregunta que surgió cuando se conocieron las primeras imágenes del homicidio fue cómo era posible que Hernández, director de uno de los centros penitenciarios más peligrosos del país, no tuviera un esquema de seguridad y se movilizara en una camioneta blindada. Hasta ahora, ningún funcionario del Gobierno ha explicado por qué el director de la Modelo se movilizaba solo.
Tan pronto se conoció del crimen de Hernández, un equipo técnico del CTI de la Fiscalía y otro de la Policía Judicial, iniciaron de inmediato las investigaciones pertinentes con el fin de lograr establecer quién estuvo detrás del homicidio.
Lo primero que se estableció en el lugar de los hechos, fue que el crimen lo cometieron dos hombres que se movilizaban en una moto, que se acercaron al vehículo en plena vía y por el costado del copiloto realizaron el disparo mortal.
El siguiente paso ha sido reconstruir la escena del crimen con el apoyo de las cámaras de video de vigilancia que están distribuidas en el sector de barrios Unidos, donde se perpetró el asesinato. También se adelantó un proceso de búsqueda de casquillos con el fin de poder establecer el tipo de arma
¿Quién pudo ser?
Para los investigadores no es un secreto la concentración de las principales redes de extorsión carcelaria que están enquistadas en la Modelo como la cárcel del Bosque en Barranquilla.
Estas redes manejan el tráfico de celulares y narcotráfico dentro de los penales. Hernández venía realizando una serie de operativos dentro de la Modelo para desbaratar estas organizaciones criminales.
Desde hace varias semanas Hernandez había denunciado una serie de amenazas contra su vida a través de panfletos. “Si ustedes tienen milicia, nosotros tenemos malicia y nos enfocaremos en objetivos de alto valor, ya que eso es lo que sabemos hacer. Somos cazadores y donde menos esperen actuaremos”. Estas amenazas hacen parte de varios de los panfletos que le habían llegado al director de la Modelo y a sus más cercanos colaboradores.
Tanto el CTI como Policía Judicial siguen una serie de pistas con el fin de poder armar el rompecabezas que pueda determinar los autores intelectuales del asesinato de un hombre que entregó su vida a la seguridad. Hasta hace unos meses se había desempeñado como director del centro penitenciario de Guaduas, Cundinamarca y tan solo llevaba un mes frente a la dirección de La Modelo.
