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Álvaro Leyva

Lazos familiares

A donde va el presidente con su canciller, el hijo del embajador es uno de los principales asistentes. Siempre se ubica discretamente, para evitar los encuentros con la prensa que viaja con el mandatario. Sus reuniones son por lo general en hoteles de cinco estrellas y lejos de los focos de reporteros y camarógrafos.

Jorge Leyva, el hijo del Canciller Álvaro Leyva, ha sido señalado por la exdirectora de la Agencia Nacional de Defensa del Estado, Martha Lucía Zamora, de presionar y definir sobre el futuro de la nueva licitación de la elaboración de los pasaportes en Colombia. La historia de un escándalo más en el Gobierno del Cambio

Por: Jorge Lesmes

Portugal ha sido otro de los destinos que Jorge Leyva, el hijo del canciller, decidió visitar con cierta frecuencia, especialmente después que se conoció el interés de una de las empresas especializadas en la elaboración de pasaportes.

Vaya coincidencia que esas visitas se realizaron especialmente a comienzos de mayo pasado cuando el presidente Gustavo Petro en compañía del Canciller, Álvaro Leyva, estuvo en visita oficial. Ya para ese entonces, estaba ejerciendo de embajador José Fernando Bautista, quien fue una ficha clave en la campaña presidencial de la Colombia Humana.

Esos viajes de Jorge Leyva, coincidieron también un mes después con la famosa reunión de embajadores de Europa en la ciudad de Berlín, citados por el canciller Leyva el pasado 18 de junio. 14 de ellos asistieron puntualmente para discutir los temas de política exterior, con enfoque de género y los proyectos de no repetición, como lo anunció en su momento un comunicado de prensa de la cancillería.

También coincidencia que otra empresa alemana ha estado muy interesada en la licitación de los pasaportes en el país. Y también coincidencia que, en esa reunión de Berlín, Jorge Leyva fue uno de los visitantes notorios, donde además el presidente Petro volvió a reunirse con su homólogo de Portugal, Marcelo Rebelo de Sousa, a quien le extendió una cálida invitación al país, para estrechar lazos comerciales.

Para ese momento en escena había cuatro empresas europeas muy interesadas en los pasaportes: Una de Portugal, otra de Alemania, una tercera de Francia y por supuesto una cuarta de España, donde el presidente Petro ha sido un asiduo visitante.

En la reunión de Berlín y con el mensaje de estrechar relaciones entre Colombia y Portugal, Jorge Leyva aplicó al pie de la letra el mensaje dado por Petro y comenzó a estrechar su relación con el embajador Bautista, viejo conocido de su padre.

Por esas cosas del destino, en Berlín ya el embajador Bautista arrastraba dolencias físicas, que unas semanas después lo llevaron de urgencia al quirófano en la clínica Lisiadas de Lisboa, donde le practicaron una cirugía a corazón abierto para poder insertar un triple bypass coronario y salvar su vida.

La emergencia del embajador, que no daba espera porque sus dolencias cardiacas pronosticaban un desenlace fatal, fue atendida por su nuevo mejor amigo que estaba de visita en Portugal. Jorge Leyva, quien al ver la grave de salud de Bautista, de inmediato se encargó de llevarlo a la clínica donde el jefe de cirugía de la prestigiosa clínica Lisiadas practicó la exitosa cirugía de corazón abierto.

El don de la ubicuidad de Jorge Leyva en este escándalo de la licitación por cuenta de los pasaportes que hoy tiene de por medio una demanda multimillonaria que sobrepasa los 117 mil millones de pesos, ha sido notoria. Pero además ha permitido destapar a cuenta gotas lo que se ha tejido tras bambalinas.

A donde va el presidente con su canciller, el hijo del embajador es uno de los principales asistentes. Siempre se ubica discretamente, para evitar los encuentros con la prensa que viaja con el mandatario. Sus reuniones son por lo general en hoteles de cinco estrellas y lejos de los focos de reporteros y camarógrafos.

No obstante, es una pieza clave en el tablero que se ha jugado la partida para la elección de la empresa que será seleccionada por su padre en el contrato multimillonario de la provisión de pasaportes en el país.

Enemigo en casa

Desde el 2007, Thomas Greg & Son ha ganado las licitaciones para la elaboración de estos papeles en el país. A pesar de su nombre anglosajón, sus raíces son netamente colombianas. Sus principales accionistas es la familia Bautista, que ha centrado sus esfuerzos empresariales en el tema de transporte de valores, los servicios de seguridad privada y contratos de impresión de documentos que requieren de máxima seguridad, como lo son los pasaportes o los tarjetones electorales, que también han realizado para la Registraduría General de la Nación.

Pero la compañía no solo opera en Colombia. Ha extendido sus servicios a diversos países entre ellos Brasil y la India. Sin embargo, han tenido algunos inconvenientes que los ha llevado a responder ante la justicia como ocurrió en 1983 cuando los hermanos Felipe y Camilo Bautista tuvieron que enfrentar procesos de investigación en Estados Unidos por una estafa relacionada con la importación de café y préstamos no santos por más de 120 millones de dólares de esa época. La situación de los hermanos se solucionó después de llegar a un acuerdo con la justicia, reconocer delitos menores y colaborar con la fiscalía que investigaba el caso.

De nuevo están en el escenario público por la licitación convocada por el canciller Leyva para la elaboración de los pasaportes y las quejas de favorecimiento señaladas por otras empresas que querían participar y expresaron que los pliegos estaban debidamente preconcebidos para que Tomas Greg ganara la licitación.

La imprenta Veridos de Alemania, la francesa IN Groupe, con una experiencia de cinco siglos de trayectoria en el gobierno francés, fueron las primeras en manifestar su desacuerdo en la forma como se venía dando la licitación. Igual lo hizo la polémica empresa colombo-lusa, Cadena, integrada por la Casa de la Moneda de Portugal y otras más que tenían expectativas en esta licitación.

Una de las condiciones que tenía el pliego de licitaciones y que no gustó para nada a las empresas europeas, fue la prioridad explícita de tener montada una planta de producción en Bogotá, requisito que en su momento sólo podía cumplir TGS. También los 44 días que exigía la Cancillería para preparar la presentación con las muestras, tintas, tres chips de seguridad, papeles especiales. Un proceso que en otros países suele demorar aproximadamente seis meses.

Para los oferentes la Cancillería había preparado una licitación con nombre propio. Por ello, al final solo hubo un participante, que además cumplía con cada uno de los requisitos exigidos por la licitación y terminó por ganarla como fu TGS, que hoy se ha declarado víctima ante la justicia por la decisión del Gobierno de echar atrás el proceso licitatorio que ya había culminado. Y TGS considera que ese daño económico hoy cuesta 117 mil millones de pesos que deberá pagar la nación.

Pero había un inconveniente más de fondo en este tema de la licitación. El componente político. Que el canciller Álvaro Leyva no visualizó a tiempo o no recordó. La relación entre el actual presidente Gustavo Petro y la empresa Thomas Greg es totalmente inexistente. Y aún más durante las elecciones en las que fue elegido Iván Duque como presidente y Petro resultó derrotado. El entonces candidato de inmediato se pronunció dejando la siguiente frase: “Thomas Greg & Son pone a los presidentes en Colombia”.

A ello se suma, que los hermanos Bautista tienen estrechas relaciones con varias figuras del establecimiento, entre ellas el expresidente Andrés Pastrana. Hoy, la relación del presidente Petro con Pastrana es inexistente. Los enfrentamientos públicos son a menudo, incluso hay una demanda del primer mandatario por injuria y calumnia contra el expresidente.

Con Petro en la Casa de Nariño, la posibilidad que TGS se adjudicara la licitación, era desafiar cualquier propósito. Y así ocurrió. El presidente levantó la voz y le exigió al canciller que en su gobierno no habría licitaciones de un solo oferente. Que había que echar para atrás todo lo avanzado y convocar de nuevo a una licitación.

Ahí saltó la liebre. Jorge Leyva. El hijo del canciller con el don de la ubicuidad. Desde su residencia en Dubái, comenzó a extender sus contactos por varios países europeos e inició un recorrido de trotamundos. A donde llegaba el canciller o el presidente Petro, Jorge Leyva decía “presente”.

La ruptura

Quien puso el dedo en la llaga fue la saliente directora de la Agencia Nacional de Defensa del Estado, Martha Lucía Zamora, quien denunció una reunión secreta en París, con la participación del hijo del canciller, Juan Carlos Losada, mano derecha del canciller Álvaro Leyva en el manejo de la licitación de los pasaportes, con el fin de “presionar y definir sobre el futuro de la nueva licitación de la elaboración de los pasaportes en Colombia”.

Para Zamora, la única salida con la firma TGS era buscar un acuerdo y evitar una demanda multimillonaria -117 mil millones de pesos- por la declaratoria de desierta la licitación en la cual ellos consideran que participaron y ganaron bajo todos los requisitos de la ley.

La idea de conciliar por parte de Zamora fue la piedra del zapato que permitió conocer que algo huele muy mal en todo este tema. La furia del canciller contra la jurista, que desató el punto final de la relación con el gobierno por parte de Martha Lucía Zamora y las denuncias de ella sobre los tentáculos de Jorge Leyva, ha dejado al descubierto una serie de irregularidades que ya están en manos de la Procuraduría y la Fiscalía para determinar la gravedad de la situación.

Para el presidente Petro cualquier tema que beneficie a TGS es sinónimo de corrupción y así lo expresó en su cuenta X: “en mi opinión funcionarios públicos han trabajado para que la empresa en particular gane el contrato de elaboración de pasaportes y eso se llama corrupción y debe ser investigado penalmente desde el inicio del proceso”. Hasta el momento ni el canciller ni sus funcionarios han dicho esta boca es mía para responder al fuerte señalamiento hecho por el primer mandatario.

Mientras el presidente lanzaba fuego, el canciller Leyva se mantenía en voz baja y Jorge Leyva se refugió en su residencia en Dubái, la Procuraduría General de la Nación realizó el viernes pasado una audiencia a puerta cerrada que duró cerca de dos horas con el fin de buscar una conciliación con TGS y la Cancillería. Pero no hubo humo blanco.

Donde sí lo hubo fue en el Comité de Conciliación de la propia Cancillería, donde la votación final fue por el sí, contrario a lo que esperaba Leyva, fue mayoritario. En su propia casa fue derrotado por sus propios funcionarios. La recomendación fue clara: buscar una salida extrajudicial ante la multimillonaria demanda de Thomas Greg.

No son buenos tiempos para el canciller. Su intervención en el Congreso fue calificada de “déspota y machista”. No ha podido aclarar las reuniones de su hijo con funcionarios de la Cancillería en Francia. Como tampoco por qué Jorge Leyva tiene el don de la ubicuidad y aparece donde alguna empresa está interesada en la licitación de los pasaportes.

Por lo pronto, tampoco hay conciliación para evitar que la nación, como en el caso de Centros Poblado, pierda una multimillonaria plata. Esta vez por una demanda de un oferente que dice cumplió al pie de la letra los requisitos de una licitación en un gobierno donde no es bienvenido.

En entrevista con la revista Semana, Leyva dejó en claro que no va a conciliar con Thomas Greg, así sus propios funcionarios consideren lo contrario. Y de pasó se fue lanza en ristre contra Martha Lucía Zamora a la que calificó de corrupta, de haberse reunido en Cartagena con uno de los abogados de TSG y que eso genera una falla disciplinaria que tiene que ser investigada por la Fiscalía.

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