La funcionaria del Ministerio del Interior, Viviana Vargas Ávila, denunció públicamente que Diego Cancino, actual director de la Sociedad de Activos Especiales (SAE), habría cometido actos de acoso en su contra durante una reunión privada en su apartamento. Según Vargas, ella se acercó a Cancino, quien en ese momento se desempeñaba como viceministro del Interior, con el propósito de discutir oportunidades laborales. Sin embargo, este le pidió que llevara su hoja de vida y la invitó a un almuerzo en su apartamento.
Viviana Vargas relató que llegó al inmueble el 9 de octubre alrededor de las 2:30 de la tarde, esperando una conversación profesional. La funcionaria detalló que el encuentro comenzó con una conversación laboral, en la que discutieron sobre su perfil y el entorno político. Durante la reunión, Cancino le ofreció vino en repetidas ocasiones, y aunque al principio Vargas no percibió nada fuera de lugar, afirmó que el comportamiento del funcionario se tornó cada vez más personal e insistente.
De acuerdo con el testimonio de Vargas, Cancino la abrazó y la tocó sin su consentimiento, lo que generó una situación incómoda para ella. La funcionaria explicó que él comenzó a elogiarla de manera inapropiada y se aproximó de espaldas para tocarla, situación que calificó como una clara invasión de sus límites. Según Vargas, los intentos de acercamiento no cesaron en ese momento y agregó que el funcionario mostraba comportamientos de ansiedad y nerviosismo.
La denuncia de Vargas también señala que, en un momento posterior, Cancino la tomó de las manos e intentó besarla, a lo cual ella se negó explícitamente, reiterando que su interés en el encuentro era exclusivamente profesional. Ante el rechazo, la funcionaria asegura que Cancino subía a su habitación, bebía vino y volvía a intentar acercarse a ella, provocando un clima de incomodidad y reiteradas negativas de su parte.
Según el relato de la funcionaria, ante la negativa de Cancino de dejarla salir del apartamento, decidió llamar a amigos cercanos para que la acompañaran. Los amigos acudieron al lugar y, en su presencia, el funcionario habría repetido intentos de contacto físico con Vargas. Hacia las 11:00 p.m., Cancino subió a su habitación, afirmando estar cansado, aunque minutos antes de que Vargas y sus acompañantes se retiraran, escucharon un ruido que los llevó a verificar su estado. En ese momento, él la tomó del brazo nuevamente e intentó besarla a la fuerza.
En los días posteriores, Vargas recibió mensajes insistentes de Cancino, solicitando otro encuentro en su apartamento. En uno de esos mensajes, ella le expresó su incomodidad y reiteró que sus intenciones eran únicamente laborales. “Tu comportamiento fue inapropiado y me hizo sentir incómoda”, escribió Vargas. Por su parte, Cancino respondió pidiendo disculpas y reconociendo su error. "Perdóname por favor", respondió el funcionario en un mensaje, sin embargo, Vargas reiteró su incomodidad y subrayó la violación de sus límites, especialmente debido a su rol político y el poder asociado a su cargo.
La denuncia fue respaldada por la actriz Amaranta Hank, quien no denunció a Cancino pero dijo que vivió un “día incómodo” con el funcionario. “Le creo a Viviana Vargas en su denuncia a Diego Cancino. Le creo también a las demás mujeres que mencionaron que las acosó con mensajes y llamadas. De ninguna manera me considero víctima de él, pero sí pasé un día incómodo por múltiples llamadas que me hizo una madrugada. Le contesté un mensaje un sábado muy tarde porque me dijo que era algo importante lo que quería hablar conmigo”.
Señaló que expuso la situación para que sepan que su comportamiento era habitual con varias mujeres”.