Viernes, 26 de julio de 2024
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A la Ministra de Trabajo Gloria Inés Ramírez se le pararon algunos funcionarios de la entidad y aprobaron una huelga que comenzó a regir desde la madrugada del pasado viernes 31 de mayo. Aunque Ramirez se pronunció rápidamente sobre la huelga intentando diluir las intenciones, quienes cesaron todas las actividades a nivel nacional ganaron el pulso ya que ella pensaba que podía lograr una negociación rápida. La realidad es que la huelga es una espectacular contradicción, ya que quien tiene que velar por los derechos laborales de todos los empleados colombianos se ve enfrentada a sus propios empleados que señalan que el ministerio les ha incumplido promesas negociadas en el pasado. Una ironía brutal.

El pasado 21 de mayo los trabajadores se reunieron y organizaron una votación que se dió a nivel nacional. Los números fueron aterradores. 1.224 apoyaron la idea de paro, mientras únicamente 371 expresaron no estar de acuerdo con la idea pero fueron derrotados por goleada. La respuesta inicial de Ramirez, seguramente validada con sus asesores en aspectos laborales fue: “Esta mesa está abierta y están invitadas todas las organizaciones sindicales firmantes del acuerdo y seguiremos haciendo todas las gestiones administrativas que sean necesarias para lograr que esto se cumpla y aún tenemos casi un año para el avance de los acuerdos suscritos para la vigencia 2023-2025, los cuales estamos agilizando.”

La jornada del viernes pasado estuvo manchada por un manto de duda desde bien temprano en la mañana. Algunos comenzaron la protesta de manera pacífica, mientras otros realizaron varias denuncias en redes sociales por la existencia de presuntas interferencias e intentos de presión desde algunos funcionarios de alto nivel del ministerio, que al principio buscaron persuadir a los empleados de los 14 sindicatos para evitar que se desarrollara la huelga del todo

Algunos trabajadores de manera espontánea publicaban en redes sociales que quienes no apoyaban el paro, pedían a las directivas que se pudiera trabajar desde la casa. En todo caso una autorización de esas es abiertamente ilegal. Los mensajes de las redes sociales se caracterizan por un patrón común: todos aducen incumplimiento de beneficios de un pliego firmado y negociado que no se cumplió. Nadie sabe a ciencia cierta cuál es el impacto del pliego, ni el ministerio ni los sindicatos. No se han sentado a analizar el valor total del impacto de la petición, simplemente llegaron a un acuerdo con la entidad en algún momento del tiempo. La ministra no ha ejecutado el tema, dicen algunos, a propósito.

Lo grave es que los sindicalistas anunciaron que el plantón está planeado para ser de forma constante. Cese de actividades permanente, una verdadera huelga, como las de la vieja escuela. Se juntarán todos los días al frente de cada una de las sedes, despachos, oficinas especiales y también en las inspecciones de trabajo. Hay algunos que tienen como tarea tomar lista de asistencia todos los días al inicio y al final de cada jornada laboral para que nadie se vaya a volar a hacer otras cosas. Los sindicatos quieren mandar un mensaje contundente a la Ministra que no ha hecho sino señalar en los medios que está luchando por los derechos de los trabajadores, pero tal vez se le olvidó proteger a los propios trabajadores. Cosas que pasan en el mundo de las ideas románticas. Organice con su gente primero, compañera de lucha. Si no logra acuerdo con ellos, este episodio le puede costar la cabeza.