El gobierno venezolano emitió un comunicado en el que expresó su rechazo a la postura de los países del G7 respecto a las elecciones presidenciales. Según el documento, el grupo de naciones "insiste en creerse árbitro de la democracia global" y acusó a sus integrantes de estimular la propagación de ideologías extremistas.
En su pronunciamiento, la cancillería describió a Edmundo González, actualmente exiliado en España, como un "Guiadó 2.0" y cuestionó las intenciones del G7 al reconocerlo como presidente electo. El gobierno venezolano interpretó este respaldo como un mecanismo para "desconocer las instituciones y las decisiones del pueblo venezolano".
El comunicado también advirtió que las acciones del G7 "no quedarán sin respuesta". La cancillería indicó que revisará las relaciones diplomáticas con cada uno de los gobiernos que integran el grupo, lo que podría incluir ajustes en las políticas bilaterales.
Este posicionamiento subraya las tensiones entre Venezuela y las principales potencias del G7, quienes han reiterado su apoyo a González. La situación pone de manifiesto la complejidad del panorama político y diplomático que enfrenta la nación sudamericana en el escenario internacional.
