La guerra entre Rusia y Ucrania cumple mil días desde su inicio en 2022, generando una crisis humanitaria con cerca de diez millones de personas desplazadas dentro del territorio ucraniano, lo que representa casi una cuarta parte de la población antes del conflicto. Además, 6.7 millones de ciudadanos han buscado refugio fuera del país, según datos oficiales.
Las cifras de desplazados convierten a Ucrania en el epicentro de la mayor crisis de refugiados en Europa desde la Segunda Guerra Mundial. Comparado con las guerras en la antigua Yugoslavia en los años 90, el conflicto ucraniano supera ampliamente los 2.5 millones de desplazados registrados en aquella época. De acuerdo con la ONU, Ucrania, que contaba con 43 millones de habitantes antes del conflicto, ahora cuenta con aproximadamente 37 millones.
Desde el inicio de la guerra, países vecinos y potencias europeas han ofrecido acogida a los refugiados. Polonia encabeza la lista con 1.8 millones de ucranianos, seguido de Alemania con 1.2 millones. República Checa, Reino Unido y España también se han sumado al esfuerzo, recibiendo a cientos de miles de personas. La portavoz internacional de ACNUR, Elisabeth Haslund, resaltó la solidaridad mostrada por estas naciones en contribuciones financieras y acogida.
Estudios de ACNUR muestran que, a pesar de las adversidades en el exilio, la mayoría de los ucranianos mantienen el deseo de regresar a su país, a pesar de la incertidumbre en cuanto a seguridad y oportunidades laborales. La disposición para regresar persiste a medida que continúan las hostilidades.
La llegada del presidente republicano, Donald Trump, a la Casa Blanca introduce dudas sobre el futuro del apoyo financiero a Ucrania. Trump ha expresado en repetidas ocasiones su reticencia a financiar la ayuda al país europeo, lo que podría influir en el desarrollo del conflicto.