Su propuesta de drinks, music & thrills, tiene un adn que se siente desde el primer momento al cruzar la puerta en la calle Conde Duque 14. Un azul oscuro envolvente que tiñe todas las paredes del lugar, dan paso a casi que un “oasis nocturno bajo la luna”, con un toque clandestino y acogedor, en donde la música en vinilos, los cocteles experimentales y una carta con bocados exquisitos, se encuentran para ofrecer una experiencia sensorial a sus visitantes.
Buenos cócteles, una cuidadosa selección musical, un sonido excepcional, buena comida y buen rollo, son los ingredientes infalibles de Yeite. Lucas Lopez Dávalos, uno de sus fundadores, nos cuenta el significado de esta palabra, que en la jerga argentina se utiliza para referirse a un truco astuto e ingenioso de manera improvisada que da un buen resultado: "Nuestro bar es un espacio donde la improvisación y la creatividad se fusionan para ofrecer una experiencia única y memorable para todos los invitados. Yeite es improvisación, ¡y el resultado siempre es extraordinario!”.
El desafío creativo de Lucas para el desarrollo de sus cócteles ha sido “la búsqueda de sensaciones que oscilan entre lo placentero y lo sorprendente, transportando a los comensales a lugares mágicos a través de combinaciones innovadoras de ingredientes de alta calidad”.
En Yeite, -explican-, la tecnología se combina con la artesanía, utilizando equipamiento de grado profesional y creando tanto esencias como destilados que elevan la experiencia sensorial. Sobresalen los cocteles ‘mordiste el anzuelo (vodka, fruta de la pasión, frambuesa, citrus mix), el ‘adoro’, (tequila, mezcal, flores rojas, agave. pierre ferrand dry curaçao), el ‘no es para tanto’ (whisky escocés, dátiles, xocolat mole bitter, umeshu), o el ‘tengo el vicio de dejarme llevar’ (bourbon, croissant falernum, quinotos, vinagre de jerez).
Su carta, con una pequeña selección de 10 opciones, ofrece bocados elaborados con productos frescos y de temporada de toda España. Desde anchoas cantábricas y manteca noisette sobre brioche, jamón ibérico, brioche de pastrami, quesos, hasta un crudo de pez limón con pomelo blanco y aceite de lima kaffir, cada opción culinaria complementa a la perfección la experiencia en el bar.
“Con Yeite, hemos creado el bar que siempre quisimos disfrutar nosotros mismos. Madrid tiene opciones de altísimo nivel, pero Yeite ofrece una combinación única de música, ambiente festivo e íntimo, y una propuesta gastronómica de gran categoría. Nos entusiasma apostar a una zona emergente como la de Conde Duque a la que le vemos un potencial gigante”, señala Damián Harburguer, socio cofundador.
La música
La experiencia sonora en Yeite es igualmente excepcional, con un sistema de sonido profesional que ha sido diseñado para adaptarse a las necesidades del momento. Desde vinilos de hip hop, funk y rock hasta ritmos más contemporáneos como el afro dance y el trap, la agenda artística del bar promete sorprender y entretener a sus visitantes. El bar ha sido insonorizado como un estudio de grabación profesional, permitiendo llegar a la tripa de los invitados cuando el ambiente lo requiera con el sonido penetrante de altavoces hi-fi de los 80s.
Su diseño
El diseño del espacio, estuvo a cargo del reconocido estudio madrileño Plantea, y gira en torno a una imponente barra de piedra que parece haber sido esculpida por el tiempo mismo. Este punto central no solo es el lugar donde se preparan los cócteles, sino también un escenario donde los bartenders danzan entre sí mientras interactúan con los invitados, creando una atmósfera dinámica y acogedora.
Yeite ha sido diseñado como un espacio versátil y acogedor, donde la arquitectura descontracturada se combina con materiales nobles y robustos, como las sillas de madera a medida y las mesas de piedra. La iluminación, cuidadosamente seleccionada con piezas mayoritariamente clásicas, aporta un toque teatral y atemporal al ambiente del bar.
